Al referirse a un manifiesto que apoyan más de 40 ONGs coincidió en que todas las consultas en esos pasos fronterizos se encuentren en una base de datos auditable como se reclama en el documento, pero aclaró que “que nunca podemos estar de acuerdo con esas organizaciones en que la sociedad civil (cualquier organismo) tenga acceso a esos datos, pues se estaría vulnerando un derecho fundamental de las personas como lo es el derecho a la intimidad”.
Precisó que “esas consultas auditables estarán a disposición de cualquier persona con todas las garantías legales, como puede ser cuando se solicita a la autoridad judicial”.
También discrepó en lo planteado en el manifiesto sobre la estigmatización y la presunta violación de la privacidad, y aclaró que esas bases datos “son de uso policial y judicial, como pueden ser otro tipo de base de datos como la de la Dirección General de la Policía en lo que los policías luchan contra la criminalidad y en aras de proteger la seguridad pública”.
La frontera inteligente
Jiménez asegura que con la frontera inteligente nuestra ciudad tendrá un control más exhaustivo de la frontera y recordó que ello es una reivindicación de hace muchísimo tiempo desde la UFP de Melilla.
En este sentido lamentó que “nuestra frontera haya sido durante muchos años un auténtico coladero por la presión política del comercio atípico (que bajo la opinión de la UFP es erróneo ya que es un comercio ilegal que usa una mano de obra que roza la esclavitud y carente de derechos).
Rememoró que no se controlaba a todas las personas que entraban a la ciudad, algo que es totalmente ilógico en una frontera que tiene que garantizar la seguridad de todas las personas, por lo tanto señaló que UFP cree que eso debería de cambiar y por supuesto si a esto le añadimos la no existencia de ningún tipo de control de salida, “lo que vemos es algo totalmente erróneo por parte de la administración pública”.
Jiménez Martínez dijo también que desde la UFP quieren “una frontera inteligente, en la que todas las personas que entren y salgan de nuestro país estén controladas y en una base de datos para el uso policial y judicial, para garantizar por un lado los derechos de esas personas y por otro, la seguridad ciudadana”.
Asegura que con “la frontera inteligente y la desaparición del mal llamado comercio atípico tendremos una frontera ágil y segura para poder combatir mejor la delincuencia y las entradas ilegales a nuestro país”.
Asimismo recalcó que “con la frontera antigua había abusos, largas esperas en dichas colas y no se garantizaban los derechos fundamentales. Recordad cómo estaba antes, donde la anarquía y el caos y la ley del más fuerte se imponía en detrimento de las personas más vulnerables. Esperemos que ahora cambie”.