En un comunicado, la UFP ha mostrado su "indignación por la desacertada intervención" del alcalde de Mérida y aunque asegura que no pone en duda la libertad de expresión ni el espíritu humorístico por el que se rige el carnaval, considera que "está totalmente fuera de lugar que el máximo representante de la ciudad tome parte en esta parodia, o más bien la lidere".
Con esta actitud, bajo su punto de vista, se muestra "una absoluta falta de consideración hacia todos los miembros de este distinguido cuerpo y, lo que es más grave aún, hacia sus familiares"