Los policías se defienden tras el vídeo de Lavapiés y piden poder grabar sus actuaciones

Categoría: Prensa
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Los sindicatos policiales respaldan a los agentes que participaron en la detención de dos hombres el pasado viernes en el barrio madrileño

Varios sindicatos policiales han reclamado que los agentes cuenten con cámaras unipersonales que graben de forma íntegra sus intervenciones tras la polémica generada por la actuación de dos policías nacionales en la detención de dos personas en el barrio de Lavapiés, tildada de "racista" y "violenta" por determinados representantes políticos.

Esta medida, ha señalado el sindicato Jupol en un comunicado remitido este lunes, permitiría que las actuaciones policiales quedasen grabadas "de principio a fin" y evitarían que se difundiesen en redes sociales partes breves, editadas y sacadas de contexto.

Actualmente, han subrayado, estas cámaras tan solo las portan aquellos agentes que llevan una pistola táser y solo se activan cuando hacen uso de las mismas.

Por su parte, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha considerado una "manipulación" las citadas grabaciones, difundidas en redes sociales por el secretario de antirracismo de Podemos, Serigne Mbaye, y en las que se puede ver a un agente neutralizando a un hombre de raza negra mientras otro policía le propina dos golpes con la porra y después intenta detener a otro que, según parece, le recrimina su actitud.

Jupol, el SUP, la UFP y la CEP han respaldado a los agentes de la Policía Nacional, que acabaron deteniendo a dos de los supuestos implicados en la reyerta -aparentemente motivada por un asunto de drogas- en lo que han considerado una intervención "proporcional" y ajustada tanto a derecho como a los protocolos de uso de la fuerza policial.

Fuentes policiales han explicado a EFE que las patrullas fueron requeridas por una reyerta violenta, al parecer por droga, entre cuatro personas al lado de un supermercado en la plaza del céntrico barrio madrileño. Según Jupol solo acudieron dos agentes, por lo que se encontraban "en clara inferioridad numérica".

Lograron separarles, pero mientras dos de ellos respondieron a los requerimientos de los policías, otros dos mantuvieron una actitud hostil y violenta contra ellos.

Uno de ellos mordió a un agente y en consecuencia el otro policía le golpeó en la clavícula, un amarre que está contemplado en los protocolos de defensa personal policial", de acuerdo con el relato del mismo sindicato.

Finalmente, los dos fueron detenidos por tráfico de drogas -se incautaron algunas sustancias estupefacientes, según las fuentes-, un agente resultó contusionado y un coche policial inutilizado. El Ministerio del Interior ha abierto una investigación de oficio.

Diversos representantes políticos han manifestado su rechazo ante estos hechos, entre ellos la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, quien este lunes ha pedido la dimisión del ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, por lo que ha considerado un acto de "brutalidad policial con tintes racistas".

Poco después, Interior ha informado de que ha abierto una investigación de oficio acerca de la actuación de los dos agentes.

"Si cada vez que la Policía actúa con extranjeros se la acusa de racismo, tenemos un problema en este país", ha asegurado a EFE el portavoz de la Unión Federal de Policía (UFP), José María Benito, antes de recordar que todas las actuaciones policiales están sujetas a la supervisión judicial.

Además, ha remarcado que lo ocurrido no fue "ni una redada ni una actuación racista", sino una actuación policial tras la llamada de los vecinos y una detención de dos personas que reaccionaron de forma "muy violenta".

Por su parte, la Confederación Española de Policía (CEP) ha hecho referencia a la "intolerable cacería en redes sociales" sufrida por uno de los agentes, con "amenazas contra su integridad física y todo tipo de injurias y calumnias" amparadas por "las siglas de una formación política".

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